miércoles, 13 de marzo de 2013

Aseo del caballo

Una correcta limpieza de los caballos contribuye a que el caballo tenga buen aspecto y se sienta mejor, cepillándole el pelo eliminas gran parte del polvo de la suciedad y compruebas que no tenga parásitos o heridas que pueden infectarse si no las localizamos a tiempo.
Debes limpiarle el barro del pelo, evitar que se la hagan nudos en la crin o en la cola, eliminar la suciedad de los cascos y pasarle una esponja por las zonas más sensibles, como los ojos y el maslo, que es la zona situada debajo de la cola.
El equipo básico de limpieza para un caballo, incluye: un limpiacascos, que es un gancho metálico para hacer saltar la suciedad de la parte inferior de los cascos, un cepillo de cerdas más bien largas y duras, para eliminar el barro seco y los pelos sueltos, una rasqueta de goma, para quitarle el barro apelmazado, dos esponjas, una para la cabeza y otra para la grupa, y un cubo lleno de agua.


Ata al caballo con un nudo de suelta rápida y colócalo de cara al viento, para que la suciedad no vuele hacia las partes limpias ni te vaya a la cara.
Empieza por los cascos y luego sigue este orden para no dejarte  nada:

  1. cabeza.
  2. lado izquierdo del cuello.
  3. debajo del cuello.
  4. pecho.
  5. zona entre extremidades delanteras.
  6. dorso.
  7. cuarto trasero.
  8. costado.
  9. flanco.
  10. cinchera y barriga.
  11. extremidades traseras.
Repite el proceso para el lado derecho.

También es muy importante el masaje para tonificar los músculos, en especial para caballos que viven en cuadras y no al aire libre.





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