La seguridad ante todo, cada caballo debe tener su propio equipo que se le ajuste perfecta y cómodamente y se mantiene siempre limpio. El ajuste idóneo del equipo, resulta fundamental. El hecho de que un equipo no se adapte bien puede producir rozaduras que causen irritaciones y éstas podrían llegar a infectarse, perjudicando a nuestro caballo, haciendo que se sienta dolorido y que pueda encabritarse o desbocarse al intentar deshacerse de lo que le está provocando esa incomodidad.
Por el mismo motivo, el cuero duro, seco y descuidado puede ocasionarle problemas, además de romperse. Si tú también colaboras en la limpieza del equipo, comprueba el estado del cuero, así como su cosido, detectando cualquier deterioro. El cuidado del equipo es una precaución esencial para la seguridad en la equitación.
Al principio es recomendable que un experto esté contigo durante tu primer intento de poner el equipo al caballo.
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