Los sentidos

Los caballos al igual que las personas tienen cinco sentidos:

• Vista y oido: los ojos y las orejas de un caballo trabajan al unísono para facilitar las señales exteriores de alerta. Los ojos le proporcionan una visión lateral que es respaldada por un oído muy agudo. Los caballos por la posición de sus ojos no pueden ver lo que tienen inmediatamente enfrente. Los caballos pueden mover las orejas en cualquier dirección lo que les ayuda a inspeccionar cualquier ángulo a su alrededor.
• El olfato y el gusto: Los sentidos del olfato y el gusto, juegan una función muy importante en la vida de los caballos, ya que actúan como si se tratara de un sistema de alarma. Con el olfato distinguen a los amigos respecto a los desconocidos, y el gusto les ayuda a diferenciar entre la comida o el agua que se hayan en buenas condiciones de aquellas que pueden serles perjudiciales. Ante todo los caballos seleccionan su comida por el olor y luego por el sabor. El hocico actúa como dedos y les ayuda a escoger lo que quieren comer y lo que no. una vez que la comida ha superado la prueba del olfato, puede a continuación ser diferenciada por su sabor, por lo general, no les gustan los sabores amargos y les encantan los dulces.
• El tacto y las sensaciones: Los nervios sensoriales, que reaccionan al tacto, al calor, al frio y al dolor, se distribuyen por toda la piel del caballo. La sensibilidad varía de una a otra parte de su cuerpo, dependiendo de la mayor o menor cantidad de nervios que alimenten cada una de ellas.